jueves

Consejos para elegir Residencia

Cuando una familia se ve empujada a tomar esta decisión y se plantea llevar a su familiar a una Residencia, empieza un largo proceso de búsqueda, donde en algunos casos no acaba bien.

Llevar a un familiar a una residencia es, casi siempre, por no decir siempre un paso bastante duro para la familia y lógicamente para el.
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La elección tiene que basarse en diversos aspectos:
Autorización de la actividad por Bienestar Social
Licencia de apertura por el ayuntamiento.

A partir de aquí, y una vez concertada la cita telefónicamente, hay que hacer:
- Una visita al Centro.
- Hablar con el director, que nos enseñen las instalaciones.
- Que nos dejen libertad para hablar con algún residente.
- Observar el trato de las Auxiliares con los residentes.
- Limpieza de cocina, así como instalaciones.
- Calefacción.
- Ver limpieza de los Residentes y aseo personal.
- Limpieza en las instalaciones.
- Menú del día.
- Horas de visita.
- Servicio médico y de enfermería
- Terapia ocupacional
- Zonas al aire libre (jardines o zonas de paseo)

Todos estos puntos son los mínimos que hay que valorar.


En cuestión económica

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Desconfiar de los precios bajos, luego hay sorpresas de “extras”.
Si nuestro familiar actualmente es válido, puede que tenga un precio base y según necesite ayudas se va incrementando con complementos por ayudarle en el aseo personal, ducha o ayudarle a comer.

En algunos casos estos complementos pueden subir el importe de la residencia en 200 €/ mes. Si además tenemos en cuenta que nuestro familiar necesita vigilancia y que pueda ser agresivo o que tenga alguna úlcera por presión (upp) por estar encamado, como ocurre en algunos casos de la enfermedad de Alzheimer, el precio final se puede disparar del precio base, fácilmente unos 500 €/mes.

De todo esto si no se habla y se plantea por adelantado, nos podremos encontrar con la desagradable sorpresa, al mes de estar nuestro familiar en el centro de un cargo desorbitado en la cuenta corriente.
Y la conclusión es que cuanto peor está mas se paga y mas problemas hay para la familia.

Hay que contar también, que todo centro puede cobrar una cantidad que puede variar entre 200 € y el importe equivalente a una mensualidad en concepto de fianza, esta se debería de devolver si el usuario fallece o si es baja por cualquier otro motivo.
Hay que avisar con quince días de anticipación en caso contrario se descontaría de dicha fianza.




Free Cheerful Business Woman Stock Image - 5218081Una vez elegida
Una vez escogida la residencia, que creemos que es la mejor para nuestro familiar, tenemos que intentar organizarnos para no ir los mismos días de la semana ni a la misma hora, por que eso acostumbra al residente y si un día no pueden ir a verla, por cualquier otro motivo personal o familiar, le puede crear un sentimiento de intranquilidad y de ansiedad, que no es bueno para el residente.
También le da mas tranquilidad a las familias que en la residencia no esperen la visita y podemos comprobar como es la residencia a diferentes horas del día.
Lógicamente si van por la mañana estarán limpiando las habitaciones y estará todo un poco revuelto, sabanas, pañales, toallas todo recogiéndose para llevar a la lavandería y hacer las habitaciones.
Después de media mañana ya estará todo recogido.

Es bueno ver la residencia en todos sus momentos para comprobar la calidad del servicio y del trato con los residentes por parte del personal del centro.

Hablando sobre el Alzheimer....


Los médicos describen la enfermedad de Alzheimer como una demencia, progresiva, degenerativa e irreversible. 



Lo explicamos:

Es progresiva por que va en aumento.
Es degenerativa, es una degeneración de las neuronas del cerebro.
Es irreversible por que no hay curación.

La Demencia es: un conjunto de síntomas que incluyen perdida de memoria, de comprensión y de juicio.

 Primeros síntomas:

- Perdida de memoria
- Perdida de capacidad y de disposición para hacer las cosas ( variación de la destreza)
- Perdida del sentido de la orientación espacio-tiempo
- Perdida en la fluidez en el uso del lenguaje
- Perdida en el comportamiento reflexivo y juicioso para cumplir normas o costumbres diarias
- Perdida de habilidad aritmética.
- Dificultad en la concentración .
- Retraimiento en el trato con los demás, cambios bruscos hacia el malhumor.


Las diferentes fases de la evolución de la enfermedad de Alzheimer:

1.- Fase I :
Amnésica o Leve: Corresponde a los primeros síntomas clínicos, todavía pasa desapercibido, tanto para el paciente, como para los familiares.

Estos síntomas típicamente son un deterioro de la memoria reciente, como repetir una pregunta cada pocos minutos, deterioro en el calculo matemático, dificultad en organizar actividades u organizar objetos para construir algo (apraxia construccional), cambios emocionales, apatía, desinterés, irritación, depresión, ansiedad…
En un principio a estos síntomas no se les da importancia y normalmente el paciente echa la culpa a los demás de lo que pasa y puede tener delirios de persecución. Poco a poco se va sintiendo más agitado y desorientado.
En esta fase el deterioro avanza con bastante rapidez y los afectados pueden llegar a perderse en lugares familiares.

2.- Fase II:
De Confusión o Moderado: Hay un continuo deterioro en el funcionamiento intelectual, aparecen las incapacidades en el habla y en la escritura.
Problemas en tareas tan cotidianas como hacer la compra, seguir un programa de televisión. No solo es perdida de memoria sino perdida de capacidad de razonamiento y comprensión.
Pueden aparecer episodios psicóticos.
Esta fase puede durar entre tres y cinco años.

3.- Fase III:
De Demencia o Grave: Es la demencia completa, todas las áreas de la función cognitiva se encuentran afectadas, pierde la capacidad de hablar correctamente, ni siquiera se reconocen ellos mismos en un espejo.
Permanecen horas inmóviles sin actividad y generalmente no pueden andar.
Dejan de ser autónomos y necesitan que se les alimente y les cuiden.
Gritan, lloran o ríen sin motivo y no comprenden cuando les hablan.
Se quedan mudos, incontinentes, postrados en cama e incapaz de hacer nada por si mismos, ni si quiera tragar.


Cuando una persona mayor comienza con olvidos, despistes, problemas con el dinero cuando se compra algo, despistarse en las direcciones, no saber volver a casa, etc. Comienza el largo proceso de la enfermedad.
Al principio solo se da cuenta la familia. El enfermo empieza a pensar que los demás le esconden las cosas y que alguien le esta tomando el pelo, después el carácter se vuelve fuerte pensando que están contra el.
Se olvida de las medicinas, y comienza a no poder estar solo.
Sale y no sabemos si sabrá volver, se quita la ropa en cualquier sitio o se viste con dos camisas o dos pantalones. No se le puede dejar ya solo en casa.
Viene el gran paso metemos a alguien en casa para que le cuide, le traemos a casa o le llevamos a una residencia.
Lo primero es la idea de traerlo a casa, pasados unas semanas o en el mejor de los casos unos meses con el hijo o hija que convive, si tiene la suerte de trabajar, su trabajo corre peligro por las ausencias a las que ve obligado por tener que ir al medico, o que alguien le avise por algún problema con el enfermo.
Este paso lleva consigo que la familia con la que este deja de tener vida social, de salir un día a pasear... Se plantean la solución de contratar a alguien que le cuide mientras que ellos están trabajando. Aunque parezca mentira esta solución solo es temporal.
Al final el paso mas duro para la familia se acaba imponiendo " buscar una residencia".

sábado

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